YOLANDA BLANCO
Penqueo en Nicaragua
Managua, Nicaragua: Editorial Unión, 1981
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Penqueo en Nicaragua was written during the revolutionary fight of the Nicaraguan people that put an end to the regime of Anastasio Somoza. It constitutes the testimony of a call for action against injustice and a chant for the hope of liberation. With an enormous emotive force, the poet depicts the heroism and courage of the indigenous neighborhood of Monimbó that led the vanguard in the war against the Sower of the Flowers of Evil. The transformation of peace, work, music, and dance into shrapnel, bombs, destruction, and death originated the uprising against the Somocista army. Blanco remembers the dead Sandinista guerrilla fighters and the faith in the cause for Nicaragua. Pain, hope, guns, and guitars alternate in the poet's affirmation of having been "impregnated" by the love for the Revolution. The colors of Sandinismo, black and red, appear in most of the poems to verbalize the conflict generated by oppression and liberty. The denouncement of atrocities, the imprisonments for insurgency, the voices of witnesses, the poverty, orphanhood, mutilation, hunger, and affliction create a multiple cry for solidarity in the fight guided by the motto "Free Country or Death."
DE CÓMO EL PUEBLO AMADO SE LLENÓ DE SANGRE
Hay nombres dulces,
nombres dulces de pueblos dulces.
Y están por toda Nicaragua
en toda Nicaragua salpicándola
endulzándola están.
Hay nombres dulces en Nicaragua como los gofios dulces y bienmesabes y hojaldres.
Para las fiestas los dulces
para los dÃas del corazón.
OÃr los nombres dulces
de mis pueblos como dulces.
OÃr EstelÃ, Masaya, Diriamba,
Chinandega, Matagalpa: OÃr.
Nombres dados por los indÃgenas
como para nombrar a la amada:
Masaya, amada.
Como para decir al amado:
VenÃ, EstelÃ...
¿¡Y que el bienmesabe llene tu boca de sangre!?
¿¡Y que no sepan más que a odio los gofios!?
¿¡Y que el hojaldre entre tus dientes como las granadas estalle?
EXPLICA UN GUERRILLERO MUERTO
Estamos tan poco en la tierra
que nuestro paso es comparable
al trayecto de las balas
o al acto de amor de las libélulas.
Estamos tan poco aquà en la tierra
que en las montañas del norte de la Nicaragua
nuestros pies apenas hollaron el suelo.
Con mis responsables me convine
canto de güis pasajero
fugaz ráfaga de metrallas
Y yo
ya no encuentro fuerzas para mi cuerpo
en algún crique helado de Kuskawás
Ya no responde a mis impulsos
la pÃstola reglamentaria
Mi frente lacerada no me permite la boina
la ingle deforme no me permite el amor.
Ciertamente estamos muy poco aquà en la tierra
Pero la causa es eterna
está cercana
y es cierta.